La magia de la 11 chilena ☕️
- Santiago Toledo Ordoñez
- 13 jun
- 4 Min. de lectura
Cada tarde en Chile, cuando el sol comienza a suavizar su brillo y la jornada se relaja, llega un momento casi ritual: la “once”. Más que una comida, es un espacio sagrado del día, un remanso donde confluyen sabor, compañía y conexión.
1. El escenario cotidiano
Pensemos en una familia típica. En la cocina de una casa de La Serena, María prepara el pan amasado casero. Su nieta Emilia se asoma, abierta a las historias de siempre. En Santiago, Juan sale de su oficina a la cafetería de la esquina: un café con leche caliente y una marraqueta crujiente con palta, para reponer fuerzas a media jornada. El ritual de la once no es exclusivo de un lugar: puede vivirse en una casona sureña, un departamento citadino o una oficina tech en Valparaíso.
2. Los protagonistas del plato
Aquí no falta lo típico: panes – marraqueta, hallulla, frica – con una variedad de acompañamientos. Desde el clásico mantequilla y mermelada hasta palta, queso fresco y charcutería. Y siempre acompañados de un té humeante, café o chocolate caliente, según la época del año y el gusto personal. Estos sabores sencillos crean un refugio de nostalgia y bienestar.
3. Momentos que cuentan historias
Mientras los mayores conversan sobre las noticias, los más jóvenes cuentan sus anécdotas: el primer día en la universidad, un exámen superado, un plan de fin de semana. El fluir de la conversación está guiado por el crujir del pan, el tintinear de las cucharillas en la Tetera, y el vapor que escapa al servir.
En una casa de Concepción, un papá relata cómo en su infancia las conversaciones con su abuelo durante la once le enseñaron la importancia de tomarse el tiempo para reflexionar. En Temuco, unas amigas celebran con la once el regreso de una recién llegada de viaje, compartiendo historias y photos impresas, acompañadas por unas tortitas caseras de horno.
4. Un espacio de cuidado y ternura
Más que comer, “tomar once” es una pausa civilizada que nutre el alma. En esas 20 o 30 minutos, cada taza abre una sensación de pertenencia. La once es un acto de cuidado mutuo: uno prepara, otro disfruta; uno escucha, otro comparte. Es un lenguaje familiar en el que los silencios tienen cabida, así como las risas y los suspiros.
5. Los matices de la modernidad
En las grandes ciudades, esta tradición sigue vigente. Profesionales jóvenes se reúnen en cafeterías con decoración escandinava, pero igual ordenan té y un sándwich de palta, rememorando la once de casa. En portales gastronómicos, la once ha cobrado nueva vida: reposterías la sirven con queques de sabores innovadores o panes de masa madre. Y las redes sociales llenan Zooms de amigas que “se juntan” para su once virtual, compartiendo anécdotas entre emojis y filtros.
6. El poder de lo cotidiano
La clave de la once está en lo simple, en lo repetido. En que cada día, sin excepción (o casi), marque una pausa amable. Ese instante en que lo cotidiano se convierte en acto ritual, y donde una taza de té es mucho más que una bebida: es conversación, compañía, memoria y cariño.
Al caer la tarde...
Cuando el sol baja y todo parece frenar un poco, en una cocina, en una sala, en el trabajo o por videollamada, alguien se levantará y dirá:
—¿Tomamos once?
Y al instante será una invitación a detener el reloj, abrir el corazón y disfrutar lo bueno de estar juntos. Así, la once chilena sigue siendo hoy un verdadero acto de humanidad cotidianamente compartido.

La tradición de “tomar once” como se conoce en Chile —una comida ligera al final de la tarde, con pan, té, café y conversación— es específica de la cultura chilena. Sin embargo, existen prácticas similares en otros países, aunque con nombres, horarios y connotaciones distintas.
🌍 Países con tradiciones parecidas:
🇨🇱 Chile – La Once
Se toma entre las 17:00 y 20:00 horas.
Puede reemplazar la cena.
Incluye pan, té, palta, queso, jamón, mermelada.
Es una comida social y familiar.
🇬🇧 Reino Unido – Afternoon tea
Entre las 15:00 y 17:00 hrs.
Té con leche, sándwiches, scones, pasteles.
Más elegante o ceremonial, especialmente en hoteles.
🇩🇪 Alemania – Kaffee und Kuchen
Entre las 15:00 y 17:00 hrs.
Café y pasteles o tortas.
Es social, pero más centrado en la repostería.
🇧🇷 Brasil – Café da tarde
Similar a la once, se toma a media tarde.
Café, pan, pasteles, frutas.
En algunas regiones puede reemplazar la cena.
🇪🇸 España – Merienda
Entre 17:00 y 19:00 hrs.
Pan con chocolate, bocadillos, café, leche.
Popular entre niños y adultos.
🇸🇪 Suecia – Fika
Puede tomarse en la mañana o tarde.
Café con algo dulce (bollos de canela, pasteles).
Es una pausa social, también laboral.
🧭 ¿Entonces, en cuántos países se “toma once”?
Solo en Chile se usa la expresión “tomar once” con ese nombre y esa identidad cultural específica.
Sin embargo, hay al menos 6 a 8 países donde se realiza una comida ligera y social por la tarde, con diferentes nombres y costumbres.
Comments