top of page

El espejismo del amor perfecto

Actualizado: 25 ene

Había una vez una joven llamada Sofía que soñaba con encontrar el amor verdadero. En su corazón, tenía la convicción de que, en algún rincón del mundo, existía su "otra mitad", una persona destinada a llenar cada vacío de su vida y a hacerla feliz para siempre. Desde pequeña, se había alimentado de cuentos y películas que retrataban el amor como una chispa mágica que unía a dos almas de manera instantánea e irrefutable.


Un día, mientras caminaba por el parque, Sofía tropezó accidentalmente con un hombre llamado Andrés. Fue como en las historias que tanto había imaginado: sus ojos se encontraron, y ella sintió un cosquilleo inexplicable. Andrés era amable, atractivo y parecía entenderla sin que ella tuviera que decir mucho. En poco tiempo, comenzaron a salir, y Sofía estaba convencida de que él era "el elegido".


Sin embargo, a medida que pasaban los meses, la chispa inicial comenzó a desvanecerse. Las conversaciones que antes fluían con naturalidad ahora estaban llenas de silencios incómodos. Andrés, que al principio parecía perfecto, comenzó a mostrar hábitos y opiniones que a Sofía le resultaban irritantes. En lugar de comunicarse y trabajar en sus diferencias, Sofía se sintió desilusionada.


"Tal vez me equivoqué", pensaba. "Quizás Andrés no era el indicado después de todo".


Una noche, mientras lloraba en su habitación, recordó algo que su abuela solía decir con sabiduría:

—Mijita, el amor no es cuestión de suerte. Es como una planta: si no la riegas, se seca.


En ese momento, Sofía pensó en lo que había estado esperando del amor: la perfección instantánea, la facilidad, la ausencia de conflictos. Había puesto todas sus expectativas en Andrés, como si él fuera responsable de llenar cada vacío en su vida. Pero no había hecho ningún esfuerzo por conocerlo realmente ni por construir algo duradero entre ambos.


Con una nueva perspectiva, Sofía decidió hablar con Andrés. Le contó cómo se sentía y escuchó sus puntos de vista. Descubrió que, detrás de los pequeños desacuerdos, había un hombre dispuesto a crecer junto a ella, siempre y cuando ambos estuvieran dispuestos a trabajar por la relación.


Decidieron intentarlo nuevamente, esta vez con una actitud diferente. Sofía entendió que el amor no era algo que simplemente "sucedía" de manera mágica. Era como un jardín: necesitaba cuidado constante, paciencia y compromiso. Aunque Andrés no era perfecto, tampoco lo era ella. Aprendieron a aceptarse tal como eran, con sus fortalezas y debilidades, y a construir juntos una relación basada en el esfuerzo mutuo y el entendimiento.


El amor verdadero no es cuestión de suerte ni destino. Es un arte que se practica y se aprende, un acto consciente de dar y recibir. Como señala Erich Fromm, esperar que el amor sea fácil o que simplemente "nos pase" es una ilusión que nos aleja de la posibilidad de experimentar su verdadera profundidad y riqueza.




Comments


Pero hay que recordar en la vida que hay un positivo para cada negativo y un negativo para cada positivo
Anne Hathaway

Donde va tu atención, fluye la energía

Tony Robbins

 

Lo que no te mata, te hace más fuerte

Mientras unos lloran, otros venden pañuelos

Dios, pon tus palabras en mi boca
No clasifiques al mundial, gana el mundial
Radio éxito o radio miseria
Resiste la tentación de volver a la comodidad y pronto verás los frutos

Se tu mayor fan

Margarita Pasos, Entrenadora Fortune 500

 

Todos somos iguales como almas, pero no todos somos iguales en el mercado

Jim Rohn


Los/as líderes que valoran a sus personas las empoderan

John Maxwell


Mantén el corazón abierto. Estamos programados para encontrar el amor.
Helen Fisher

Lo que NO estás cambiando, lo estás eligiendo

L. Buchanan

Por lo que el Hombre sucumbe, por ello vence

Los Estoicos

(...) y mi motivación en mi carrera son ustedes. Las personas! 

C.S

 

... tarde o temprano al ... y al ......​
 

Somos el amor infinito.

Mr. Pedro ⚔️

​​

Te deseo lo mejor en tu día :)
Santiago

Santiago de Chile

bottom of page