Integrar la Inteligencia Emocional: Clave para el Talento y la Cultura Organizacional en la Era de la Inteligencia Artificial
- Santiago Toledo Ordoñez
- 24 jul
- 3 Min. de lectura
En el actual contexto de transformación digital y avance acelerado de la inteligencia artificial (IA), un desafío fundamental para las organizaciones es no perder de vista la dimensión humana que sostiene el éxito sostenible: la inteligencia emocional (IE).
En una reciente conversación con Liliana Rodríguez, consultora y experta en inteligencia emocional, profundizamos en cómo las empresas pueden y deben integrar la IE en sus estructuras, procesos y estrategias para adaptarse a las demandas del trabajo actual y futuro.
De líderes a toda la organización: multiplicar la inteligencia emocional
Liliana señala que el primer paso para lograr un cambio real es capacitar a ciertas cabezas, es decir, a los líderes y jefes de departamentos, quienes luego transmitirán estas habilidades hacia sus equipos.
Pero no basta con esto: el siguiente nivel es integrar la IE en los sistemas organizacionales — procesos de desarrollo, selección y gestión del talento — y convertirla en una competencia central que guíe la cultura empresarial.
Habilidades del futuro: IE como prioridad estratégica
En foros mundiales dedicados al futuro del trabajo, se destaca que las habilidades emocionales — como la empatía, resiliencia y comunicación asertiva — no son "habilidades blandas" prescindibles, sino requisitos fundamentales para la productividad y el bienestar.
Es vital que las organizaciones aprovechen el momento actual, justo cuando la IA comienza a transformar los roles laborales y genera incertidumbre en las personas. El cuidado de la salud emocional y física se vuelve indispensable para evitar consecuencias negativas como el estrés extremo, ausentismo o incluso problemas de salud graves que impactan directamente en la operatividad.
La cultura organizacional: el verdadero cambio
Implementar inteligencia emocional no es magia ni un proceso inmediato, pero con estrategias adecuadas de formación y medición, es posible diseñar programas ajustados a las necesidades específicas de cada empresa.
Una vez consolidada la IE en toda la organización, el cambio de cultura es posible. Los líderes emocionalmente inteligentes impulsan:
Mejores resultados y mayor rendimiento
Equipos más comprometidos y colaborativos
Un ambiente de trabajo saludable y resiliente
De hecho, se estima que organizaciones con líderes entrenados en IE pueden alcanzar un 20% más de rendimiento en sus objetivos anuales.
Inteligencia emocional y múltiples inteligencias: un todo integrado
La inteligencia emocional no compite con otras formas de inteligencia, sino que las complementa. Liliana destaca la importancia de las inteligencias múltiples, donde la inteligencia ejecutiva, lingüística y la interpersonal forman un conjunto que moldea el comportamiento y la personalidad.
Desde el modelo vincular basado en el apego, sabemos que los vínculos emocionales profundos — como los familiares o de pareja — moldean nuestra identidad y capacidad para relacionarnos.
Reconocer lo que sentimos, entender nuestro diálogo interno y cómo nos comunicamos con otros es la base para crear espacios laborales más sanos y humanos.
Ciencia y emoción: neurotransmisores y gestión emocional
Las emociones tienen una base neuroquímica que afecta nuestro cuerpo y mente. El estrés prolongado o relaciones conflictivas pueden generar respuestas tóxicas — un término delicado, pero relevante para entender el impacto en la salud y desempeño laboral.
El autoconocimiento, la autodirección y la autogestión — pilares de la metodología Six Seconds — son herramientas que permiten a las personas desarrollar competencias emocionales y transformar su entorno, desde la familia hasta la organización.
La inteligencia artificial no reemplaza lo humano
Aunque la IA es una revolución que ya está transformando el trabajo, Liliana nos invita a no dejar que esta tecnología opaque la importancia de lo humano. Según estudios recientes:
El 73% de los CEO considera la IA su prioridad máxima.
El 72% de las empresas ya usa funciones de IA.
Pero la mayoría aún no presta suficiente atención a la salud emocional de sus colaboradores ni a cómo ayudarlos a adaptarse a este nuevo paradigma.
El equilibrio necesario: convivir con IA y fortalecer la inteligencia emocional
Nuestros hijos ya nacen en un mundo con dispositivos digitales y entornos automatizados. Sin embargo, lo que permanece como fundamento es la capacidad de reconocer y gestionar las emociones, tanto propias como ajenas.
Integrar la inteligencia emocional como parte esencial del talento humano es la clave para que organizaciones, familias y comunidades puedan adaptarse, crecer y prosperar en esta nueva era.
La inteligencia emocional no es un lujo ni una moda pasajera: es una competencia crítica para enfrentar los desafíos de un mundo laboral en transformación constante. Las organizaciones que apuesten por formar líderes y equipos emocionalmente conscientes estarán mejor equipadas para liderar con éxito el futuro.
Este artículo está basado en el LinkedIn Live sobre inteligencia emocional con Liliana Rodríguez: "El impacto de la Inteligencia Emocional para la productividad en las organizaciones".
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