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El recuerdo del Holocausto: Un puente entre generaciones

Actualizado: 25 ene


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Elena, una joven estudiante de historia, había escuchado sobre los horrores del Holocausto en clases y leído libros sobre el tema, pero todo parecía distante, casi irreal. Todo cambió el día que conoció a Samuel, un anciano tranquilo que solía sentarse en el parque de su barrio con un cuaderno en las manos y una mirada que parecía perderse en el tiempo.


Un día, llena de curiosidad y con algo de nervios, Elena se acercó y le preguntó qué escribía. Samuel sonrió, cerrando el cuaderno con suavidad.

"Recuerdos," dijo, "los buenos y los malos. A mi edad, todo se convierte en historias que temes olvidar."


Elena, consciente de que Samuel era sobreviviente del Holocausto, no pudo evitar preguntarle:

"¿Es bueno recordar? ¿No es doloroso revivir esas experiencias?"


Samuel la miró por un largo momento antes de responder.

"Es doloroso, sí. Pero el dolor no siempre es enemigo del recuerdo. Hay cosas que no deben olvidarse, porque si lo hacemos, dejamos espacio para que se repitan."


Con cautela, Elena le preguntó si podía compartir su historia. Samuel asintió lentamente, pero con una condición.

"Te contaré," dijo, "pero también quiero que me cuentes después por qué quisiste escuchar."


Samuel le narró su infancia interrumpida en Varsovia, cómo su familia fue enviada al gueto, y el día en que fue separado de su madre en las puertas de Auschwitz.

"La última vez que la vi," recordó, "me dijo que me mantuviera fuerte, que algún día todo esto acabaría."


Elena escuchaba en silencio, con el corazón apretado. Cuando Samuel terminó, se quedó callado, observando las hojas del árbol que caían a sus pies.

"¿Por qué quisiste escuchar, Elena?" preguntó al fin.


La joven respiró hondo antes de responder.

"Porque quiero entender. Quiero asegurarme de que, cuando hable de esto a otros, lo haga con el respeto que merece. Quiero que mi generación no olvide lo que le pasó a la tuya."


Samuel sonrió, esta vez con un brillo en los ojos.

"Entonces, recordar vale la pena," dijo. "El pasado no puede cambiarse, pero quienes lo recuerdan pueden asegurarse de que las lecciones no se pierdan."


Reflexión

La historia de Samuel y Elena ilustra que recordar eventos traumáticos como el Holocausto es un acto delicado. Para los sobrevivientes, puede ser un desafío emocional, pero también una forma de compartir sabiduría y garantizar que su sufrimiento no sea en vano. Por eso, al recordar o mencionar el Holocausto a alguien que lo vivió, es crucial hacerlo con empatía, comprensión y el propósito de honrar su experiencia, no de reabrir heridas sin sentido.



Commentaires


Pero hay que recordar en la vida que hay un positivo para cada negativo y un negativo para cada positivo
Anne Hathaway

Donde va tu atención, fluye la energía

Tony Robbins

 

Lo que no te mata, te hace más fuerte

Mientras unos lloran, otros venden pañuelos

Dios, pon tus palabras en mi boca
No clasifiques al mundial, gana el mundial
Radio éxito o radio miseria
Resiste la tentación de volver a la comodidad y pronto verás los frutos

Se tu mayor fan

Margarita Pasos, Entrenadora Fortune 500

 

Todos somos iguales como almas, pero no todos somos iguales en el mercado

Jim Rohn


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Por lo que el Hombre sucumbe, por ello vence

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(...) y mi motivación en mi carrera son ustedes. Las personas! 

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Somos el amor infinito.

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