Lengua de Señas Chilena: Un Puente Hacia la Diversidad, Equidad, Inclusión y Pertenencia
- Santiago Toledo Ordoñez
- 17 feb
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 feb
En 2017, tuve la oportunidad de participar en un curso de Lengua de Señas Chilena (LSCh) en la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Pero este curso no solo trató sobre aprender un idioma, sino sobre **derribar barreras y promover la equidad, la diversidad y la inclusión.
Uno de los aspectos más valiosos de esta experiencia fue su carácter triestamental: en el aula coincidimos estudiantes, profesores y funcionarios de la universidad, todos con un mismo propósito: aprender LSCh para construir una sociedad más accesible y justa.
Más que un idioma, un acto de equidad
La Lengua de Señas Chilena es la lengua natural de la comunidad sorda en Chile y, al igual que cualquier otro idioma, posee una estructura gramatical compleja y una riqueza cultural invaluable. Sin embargo, su enseñanza y uso siguen siendo limitados en muchos espacios, lo que contribuye a la exclusión de miles de personas sordas.
El acceso a la comunicación es un derecho humano fundamental y, en este curso, comprendimos que aprender LSCh no solo se trata de hablar otro idioma, sino de garantizar la equidad en el acceso a la información, la educación y las oportunidades laborales para las personas sordas.
Diversidad: Un espacio de aprendizaje compartido
El carácter triestamental del curso permitió que personas de distintos ámbitos dentro de la universidad se reunieran con un mismo propósito. Cada participante tenía una motivación distinta: algunos querían comunicarse con familiares o estudiantes sordos, otros deseaban integrar LSCh en su trabajo y hubo quienes simplemente reconocieron la importancia de una sociedad más inclusiva.
Este espacio nos mostró que la diversidad no solo se trata de aceptar diferencias, sino de crear condiciones reales para que todos tengamos igualdad de oportunidades. Ver a profesores, estudiantes y funcionarios compartiendo el mismo desafío fue un recordatorio de que el aprendizaje inclusivo beneficia a toda la comunidad.
Hacia una sociedad más inclusiva
La inclusión no es solo una palabra de moda; es una responsabilidad que implica acciones concretas. Aprender LSCh es una de ellas, pero también lo es promover su enseñanza en más espacios, exigir intérpretes en ámbitos clave y fomentar una cultura que valore la comunicación accesible para todas las personas.
Este curso fue una experiencia transformadora que me permitió comprender que la equidad, la diversidad y la inclusión no ocurren por sí solas; requieren esfuerzo, compromiso y educación.
Ojalá más instituciones abran espacios como este, donde el aprendizaje vaya más allá de lo académico y se convierta en una herramienta de cambio social.

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