Queque de durazno

Es un pastel suave y esponjoso que incorpora duraznos frescos o en almíbar, y es perfecto para disfrutar en cualquier momento del día. Aquí tienes una receta simple:

Ingredientes:

• 250 g de harina de trigo

• 200 g de azúcar

• 125 g de mantequilla (a temperatura ambiente)

• 4 huevos

• 1 cucharadita de esencia de vainilla

• 2 cucharaditas de polvo de hornear

• 125 ml de leche

• 3-4 duraznos frescos o en almíbar (escurridos y cortados en rodajas)

• 1 pizca de sal

Instrucciones:

1. Precalienta el horno:

   • Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y engrasa un molde para queque con mantequilla y harina o cúbrelo con papel manteca.

2. Preparar la mezcla:

   • En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y esponjosa.

   • Añade los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Agrega la esencia de vainilla.

3. Incorporar ingredientes secos:

   • En otro bol, mezcla la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal.

   • Agrega los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla y huevos, alternando con la leche, comenzando y terminando con los ingredientes secos. Mezcla solo hasta que los ingredientes estén combinados.

4. Añadir los duraznos:

   • Coloca algunas rodajas de durazno en la base del molde para que se caramelicen durante la cocción. Luego, agrega la mitad de la mezcla del queque sobre los duraznos.

   • Añade más rodajas de durazno sobre la mezcla y vierte el resto de la masa por encima.

5. Hornear:

   • Hornea durante 40-50 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.

   • Si los duraznos en la parte superior comienzan a dorarse demasiado rápido, puedes cubrir el queque con papel aluminio durante los últimos 10-15 minutos de horneado.

6. Enfriar y servir:

   • Deja enfriar el queque en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que se enfríe por completo.

   • Puedes decorar con azúcar glass o servir con crema batida.

Es perfecto para acompañar con una taza de té o café, y queda delicioso tanto con duraznos frescos como con duraznos en almíbar. También puedes experimentar agregando una pizca de canela o nuez moscada para darle un toque especiado.