Ser Mujer en Tecnología: Desafíos, Estrategias y la Experiencia de Adriana Rosas
- Santiago Toledo Ordoñez
- 18 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 abr
¿Por qué sigue siendo tan raro ver mujeres en tecnología? Esta fue una de las preguntas que surgió en una conversación honesta, cercana y profundamente inspiradora con Adriana Rosas, informático con más de 15 años de experiencia, hoy Business Analyst III en una multinacional de Tecnología a nivel global, y con una historia que cruza países, culturas y barreras invisibles.
Desde sus inicios en Venezuela, Adriana nunca sintió una diferencia marcada entre hombres y mujeres en el mundo TI. Su formación en la Universidad de Oriente, donde hombres y mujeres compartían aulas en igual proporción, le mostró un escenario distinto al que enfrentaría más adelante. Fue al migrar a Argentina y luego a Chile cuando notó el desequilibrio de género en las áreas tecnológicas: equipos con 30 hombres y apenas 5 mujeres, ambientes donde la representación femenina era una excepción más que una norma.
Estigmas y realidades
Uno de los grandes aportes de Adriana en este live fue derribar mitos. Muchas personas creen que trabajar en tecnología es sinónimo de programar 24/7 frente a una pantalla negra llena de códigos crípticos, con un gato como única compañía. Pero la realidad es muy distinta.
“La informática no es solo programación. Hay muchas áreas donde puedes desarrollarte: análisis de negocio, diseño, pruebas, infraestructura, seguridad, gestión de proyectos... ¡y no necesitas ser experta en código para brillar!”
Este estigma del programador solitario, reforzado por imágenes, redes sociales y hasta vacantes laborales mal redactadas, ha limitado el interés de muchas mujeres en acercarse al rubro. A eso se suma un contexto cultural que todavía arrastra la idea de que hay profesiones “para hombres” y otras “para mujeres”.
Desigualdad sutil, pero persistente
Adriana también habló de las sutiles formas de sesgo de género, como cuando en publicaciones académicas el uso de iniciales y apellidos lleva a asumir que el autor es hombre, o cuando los buscadores asocian automáticamente "informático" con imágenes masculinas.
“Hay una representación visual y simbólica que sigue empujando a las mujeres fuera del campo tecnológico. Pero eso está cambiando, poco a poco”.
El poder de las comunidades
A pesar de los desafíos, Adriana destaca los esfuerzos que hoy existen para incluir y visibilizar más mujeres en tecnología. Desde bootcamps hasta comunidades como Ingeniosas, impulsada desde la Universidad del Desarrollo, cada vez hay más iniciativas enfocadas en motivar, formar y acompañar a mujeres en su camino profesional en el área.
Un mensaje para quienes están empezando
Para cerrar, Adriana deja un mensaje potente:
“Las carreras no tienen género. Si te interesa la tecnología, atrévete. Hay muchos caminos posibles, y se necesitan más miradas, más voces, más mujeres construyendo el futuro digital”.

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